El ejercicio y la dieta mediterránea pueden prevenir el cáncer de mama

Para Carrasco, directora científica del Grupo de Investigación de Cáncer de Mama (GEICAM), pequeños cambios en la dieta pueden disminuir este riesgo hasta en un 30%. La dieta mediterránea es clave para mantener una alimentación equilibrada.

En cuanto al ejercicio, la doctora señala que "podría aumentar potencialmente los efectos de la medicación sin aumentar la toxicidad, sin dañar el organismo y protegiendo el corazón y su desgaste, el cual sufre numerosos daños debido a la toxicidad de los tratamientos".

El ámbito psicológico de las pacientes es un área fundamental a tener en cuenta, a fin de garantizar la mayor calidad de vida posible tras el diagnóstico de un cáncer de mama. En este sentido, Begoña Arbulo, psicolo-oncóloga del Hospital Universitario Gregorio Marañón de Madrid, destacó que "las reacciones habituales son miedo, negación, rabia, culpabilidad, ansiedad, tristeza, dependencia, disminución de la autoestima y aislamiento". Añadió, además, que "en las Unidades de Psico-oncología se trabaja con las pacientes, sus familias y el equipo de profesionales del servicio, procurando ajustarse a las necesidades de la paciente en cada etapa de la enfermedad. Básicamente se trabaja para disminuir la sensación de desesperanza e incrementar la percepción de control, de cara a una mejor adaptación y calidad de vida".

Durante la jornada, quedó patente que la investigación es fundamental en la mejora del conocimiento y tratamiento de la enfermedad. En la actualidad, gracias a ella, ocho de cada diez mujeres superan el cáncer de mama a los cinco años del diagnóstico. La doctora Eva Carrasco indicó que "la sociedad debe tomar conciencia de que los conocimientos y recientes avances que están modificando de forma favorable el manejo de esta enfermedad tienen detrás una firme apuesta por la investigación".