Riesgo de muerte súbita

El ritmo de vida de la sociedad actual es totalmente distinta a la de nuestros padres o abuelos. Tenían más tiempo para la familia y se compartían pequeñas cosas cotidianas. Hoy la sociedad vive a un ritmo acelerado y por ello los problemas cardiovasculares aparecen más temprano en la vida y comienzan lentamente a pasar factura.

Hay personas que no solo realizan actividad física debido a la presión de una cultura de verse bien estéticamente, sino que muchos se lo toman como hábito saludable para mejorar su calidad de vida. Por ello, suele entrenar dos o tres veces por semana de forma regular y controlada. De esa manera, se acondiciona el aparato cardiovascular, bajando los factores de riesgo. Estas personas suele participar en alguna carrera, otros van al gimnasio, caminan, corren, usan la bicicleta, etc.

Otros, cansados por su actividad cotidiana, prefieren ir a su casa y dedicarle al deporte los fines de semana. En este caso vemos cómo aumenta el riesgo de sufrir desde lesiones osteo-musculo-articulares hasta problemas cardiovasculares o muerte súbita. Esto sucede por no tener una preparación previa, adecuada, gradual y regular, así como  una falta de acondicionamiento cardiovascular para realizar esfuerzo físico.

Es una situación peligrosa por tratarse de individuos sedentarios. Sus músculos son débiles, con falta de flexibilidad, mal irrigados, con mala coordinación y seguramente con algún factor de riesgo cardiovascular (hipertensión arterial, sobrepeso, diabetes, tabaquismo, colesterol), especialmente en mayores de 35 años, en que la enfermedad coronaria es la primera causa de muerte súbita.

Por eso se recomienda, para aquellas personas sedentarias que no hacen actividad física semanal, no solo practicar deporte, sino medir correctamente la intensidad y el tiempo. No deben ejecutar ejercicios vigorosos o deportes grupales (Fútbol, Tenis), sino que deben elegir, caminar, usar la bicicleta o nadar. Los deportes aeróbicos son los aconsejables. Además, se sugiere hacer precalentamiento (15-20 minutos), estirar adecuadamente, no fumar tres horas antes y después del ejercicio y  esperar unas dos horas tras haber comido.

Norberto Debbag, cardiólogo deportólogo (UBA) argentino