Acceso Club
Viernes,
29/03/2024
Andalucia Aragón Asturias Baleares C. La Mancha C. y León Canarias Cantabria Cataluña Ceuta Extremadura Galicia La Rioja Madrid Melilla Murcia Navarra País Vasco Valencia
Ángel de la Rubia, podólogo deportivo

23/01/2018

La importancia del calzado

La importancia del calzado Es fundamental conocer nuestro tipo de pie y pisada a la hora de escoger unas zapatillas, ya que de ello va a depender en buena medida el éxito o el fracaso, tanto en nuestros entrenamientos cotidianos, como a la hora de acometer grandes retos y que estos se lleven a cabo libre de lesiones. De ahí la gran importancia de un análisis riguroso.

Al correr nuestros pies impactan sobre el terreno entre dos y tres veces más intensamente de como lo realizamos andando, si el apoyo no es bueno se producirán tensiones, compresiones y desequilibrios a lo largo de todo el aparato locomotor que pueden concluir con la aparición de lesiones, de ahí la importancia de detectar precozmente cualquier error en la pisada. Cualquier persona que realice algún tipo de actividad física debería someterse a una prueba de esfuerzo y a una exploración  o análisis biomecánico de la pisada por parte de un podólogo especialista. Lógicamente su prescripción será proporcional a la intensidad de la actividad realizada.

Actualmente existen distintos sistemas para analizar la pisada y el gesto deportivo. Cada podólogo utiliza el que le resulta más cómodo o eficaz según su criterio. Los más frecuentes son las plataformas electrónicas, tipo foot scan, el escáner plantar, las plantillas instrumentadas y los bancos de marcha o plataformas optométricas. En nuestro centro asistencial la exploración a la que sometemos a nuestros deportistas consta de tres fases.

Primero, analizamos sobre una camilla el estado articular y muscular de cadera, rodilla, tobillo y pie. En segundo lugar, observamos la estructura con el deportista en bipedestación y vemos cómo están alineados sus diferentes elementos anatómicos, columna vertebral, cadera, rodilla, tobillo y pie.Y, por último, realizamos el análisis biomecánico de la pisada y la huella plantar con el deportista andando, corriendo y realizando el gesto deportivo más frecuente o que le produjo la lesión.

Correr está de moda y muchas tiendas han optado por especializarse en esta disciplina deportiva. Es por ello que muchos establecimientos ofrecen a sus clientes un análisis de su pisada, que suele ser gratuito, pero en la mayoría de las ocasiones no tienen demasiado rigor. Estamos teniendo muchos problemas a causa de lo que consideramos un acto de intrusismo profesional, ya que nuestro aparato locomotor es muy complejo y se necesitan los debidos conocimientos anatómicos, biomecánicos y patomecánicos para poder realizar un estudio riguroso del mismo.

Las descripciones técnicas de algunos modelos de zapatillas de running nos especifican si son para pronador o pisada neutra, pero en muchos casos el cliente desconoce el significado de estos conceptos.

Un pie pronado o valgo es aquel que se mete hacia el interior o centro del cuerpo. Si no dispusiéramos de ciertos grados de pronación, entre 6 y 8, sufriríamos continuas lesiones articulares, esguinces de tobillo, cervicalgias, etc., que se producirían por la falta de acomodación y de amortiguación ante los continuos impactos de nuestros pies sobre el terreno.

Por el contrario, un pie excesivamente pronado nos provocará tendinitis y sobrecargas musculares de todo tipo, fascitis, periostitis, rodilla del corredor, trocanteritis, dolor lumbar…. El pie supinado o varo es aquel que pisa hacia fuera en el momento de apoyo completo del pie sobre el terreno y es francamente excepcional.

Todos pronamos en mayor o menor medida, la pronación es un gesto necesario que tienen nuestros pies para adaptarse al terreno. Así, es bueno y necesario disponer de esta pronación fisiológica de 6 a 8 grados. El problema viene cuando esta pronación está aumentada desde el inicio de la actividad o aparece durante el ejercicio continuado o intenso, debido a la fatiga muscular. En ese caso hablamos de pronador, por el contrario cuando dicha pronación se mantiene dentro de parámetros razonables, hablamos de pisada neutra o fisiológica y en los casos raros en los que la pronación es nula o inexistente, en ese caso hablamos de supinación, pero realmente existen muy pocos supinadores.

Según nuestros datos estadísticos producto de un estudio realizado sobre 1.000 corredores de fondo, el número de supinadores sólo se corresponden a un 1 x 100 de los corredores que nos visitaron.

Por otro lado, la zapatilla deportiva tiene que estar en consonancia con el tipo de deporte, superficie del terreno y tipología del deportista; peso y tipo de pisada. Cuando la zapatilla no es la idónea puede provocar lesiones, bien por defecto o exceso de amortiguación, bien por defecto de estabilidad o control de movimiento. Éstos son los dos grandes factores a tener en cuenta a la hora de elegir la zapatilla adecuada.

Es frecuente observar cómo el corredor lesionado suele  buscar zapatillas muy amortiguadas, desconociendo que la mayor parte de sus lesiones son originadas por desequilibrios por pérdida de estabilidad, concepto que suele ser obviado en un primer momento por muchos usuarios de calzado deportivo tipo running.

Afortunadamente cada vez el deportista, corredor sobre todo, tiene más información y mayor consciencia de la importancia de elegir correctamente el calzado deportivo.

Ángel de la Rubia, podólogo deportivo

Blogs Otros Articulos
 
Comentarios
No existen comentarios aún para esta noticia.
Envia a un amigo
De
Para (Email)
Dedicatoria
   
Deportistas Nº 101

Munideporte.com | Copyright 2011: Equipo de Gestin Cultural, S.A. Todos los derechos reservados
HSNET , patrocinador tecnolgico de Munideporte