La pandemia y el derecho deportivo

Pero el resto del deporte y el ejercicio físico, el deporte de base y las actividades de fitness, turismo activo o escuelas, ¿cómo deberán afrontar esta situación?, ¿cómo enlazar la anterior situación de normalidad con la vuelta a una normalidad adaptada?

El deporte federado de base o las competiciones municipales no poseen una reglamentación específica que prevea esta situación, pero el sistema normativo del deporte sí incluye habitualmente dos principios generales básicos del derecho deportivo: El principio pro competitione (o que debe primar que la competición se dispute siempre que las circunstancias lo permitan) y la fuerza mayor como elemento sobre el que pivota la posibilidad que poseen los órganos ejecutivos deportivos (habría que mirar los estatutos, pero normalmente el Comité de Competición o la Dirección de Competiciones) para actuar en paralelo a la norma habitual si se da ese elemento excepcional, y así, adaptar la reglamentación de competición y los calendarios ligueros a las circunstancias sobrevenidas, en este caso. Son dos conceptos jurídicos indeterminados que permiten que quien los aplique pueda interpretar la mejor vía de actuación bajo un cierto margen de discrecionalidad, sin llegar a la arbitrariedad. 

En cuanto al resto de actividades que comportan el ejercicio físico organizado de los españoles tanto en ayuntamientos como en centros privados (como el fitness, el turismo de aventura, las escuelas de iniciación, las competiciones recreativas, etc.) se han implementado medidas económicas y sociodeportivas, así como determinados protocolos que permiten la práctica segura, así como rescatar este gran sector de la industria de vanguardia española y del tejido social de nuestro país. 

A nivel financiero y fiscal, se podría también implementar un Plan de Patrocinio Prioritario Deporte Covid-19, unas ayudas extraordinarias para los clubes deportivos, o la bajada del IVA para la industria deportiva.