Osteoporosis y actividad física

La Osteoporosis es una enfermedad crónica y progresiva que afecta en poco tiempo a una de cada tres mujeres mayores de 50 años, según la Organización Mundial de la Salud. Se creía una enfermedad propia de la mujer y hoy en día se ha detectado con menor frecuencia también en los hombres. Esta enfermedad se caracteriza por disminución de la masa ósea, acompañado de alteraciones de la microarquitectura ósea, lo que hace ser propenso a las fracturas. Siendo las localizaciones mas frecuentes: cadera, fémur, columna etc.

Está demostrado que después de los 70 años aparecen múltiples fracturas y se da en todas partes del mundo. El 70 % de personas que padecen osteoporosis, no tienen diagnóstico y por eso la importancia de la prevención, el control y la búsqueda del diagnóstico.

Según un estudio publicado en la Universidad Hebrea de Jerusalén (Israel), el profesor Itai Bab junto a un equipo de psicopatología estudiaron que la depresión podría ser un factor de riesgo de la osteoporosis. Las personas con depresión tendrían menor densidad ósea en sus huesos, que las personas sin esa enfermedad.

Este problema de salud debe tenerse presente, conocerlo, concienciar a la población y tomar medidas preventivas desde la niñez, momento en el que está en plena formación la masa ósea y que va marcará con los años el estado óseo. Hay enfermedades que facilitan la aparición de osteoporosis como la insuficiencia renal crónica, alteraciones de la glándula tiroidea, Lupus, artritis reumatoidea, etc.

En la niñez y adolescencia se mejora la masa ósea con dieta rica en vitamina D (rayos solares) y calcio en la dieta (lácteos, verduras etc.). En la edad adulta hay que estar atento a los cambios del ciclo menstrual o con la ingestión de determinados alimentos y/o medicación que favorecen la mala absorción del calcio o facilitan la salida del mismo. Otros factores que favorecen el riesgo de osteoporosis son la edad avanzada, antecedentes familiares, el reposo prolongado, el sedentarismo, ingesta pobre en calcio, medicamentos (corticoides, tiroxina, tomoxifeno, barbitúricos, inmunosupresores, etc.)  El ejercicio y la dieta rica en calcio es la base de la prevención.

Por ser una enfermedad silenciosa, muchas veces el primer síntoma es la fractura y ya es tarde. El estadio previo a la Osteoporosis es la Osteopenia que se caracteriza por presentar disminución de la masa ósea pero no tan grave (densitometría) como la primera que es el paso posterior. El diagnóstico se puede realizar por radiografía, pero es poco sensible, por ello el método para detectar en forma precoz, sigue siendo la Densitometría ósea.
 
Después de los 70 años, la actividad física continúa ejerciendo un efecto beneficioso reduciendo (supervisado), aunque sin anularlo completamente, la pérdida ósea. Ejercicios como caminar, nadar,  realizar Tai Chí y clases de Aerobic, obtienen mejor cumplimentación, aunque son menos efectivos para la prevención de fracturas.
 
Se ha visto que aquellas mujeres que tienen más fuerza y más masa muscular también tienen mayor densidad mineral ósea; y también son conocidos los estudios que muestran que habitualmente los deportistas con años de entrenamiento tienen una significativa mayor densidad mineral ósea que los no deportistas. Es sabido que los corredores de fondo con una edad media de 56 años y al menos 25 años de práctica deportiva, tienen un contenido mineral óseo (en calcáneo, húmero, radio distal y cubito) superior en un 20% al encontrado en sujetos sedentarios de su misma edad.
 
Alexander Robling, profesor adjunto en el Departamento de Anatomía y Biología Celular de la facultad de Medicina de la Universidad de Indiana, sostiene que los huesos reciben el mensaje de fortalecerse en respuesta al ejercicio y que durante determinados tipos de actividad física el hueso se dobla, pero eso no afecta a las células. Exprime fluidos de una parte de su matriz y los envía a o

Norberto Debbag, cardiólogo deportólogo (UBA) argentino