San Román ganó el XIV Torneo de Tenis Histórico Robledo de Chavela

En esta edición de la competición con raquetas de madera en Robledo de Chavela, ascendieron los dos primeros cabezas de serie, el abulense Gerardo San Román y el leganense Carlos Mansilla.

San Román hizo valer su condición de número uno del cuadro y no cedió un solo set (siempre de 4 juegos en estos torneos) hasta levantar el trofeo de campeón y el premio restaurante Santa María, y sumar a su palmarés el torneo de tenis histórico que le faltaba, este de Robledo.

Mansilla, por su parte, concluyó subcampeón -consiguiendo el premio restaurante La Almenara- en el primer torneo de raquetas de madera en el que había superado las semifinales, que siempre antes había disputado. Mansilla ha sido el primer madrileño en alcanzar la final de Robledo.

La pugna por el tercer puesto se la adjudicó Juan Bornaechea, que exhibió uno de los mejores juegos de la competición, ante el jugador revelación de Robledo, Pepe Verdeguer, quien forzó el tie-break de desempate en semis ante Mansilla. Mientras que la lucha por la quinta plaza la resolvió a su favor Goyo Ybort en un disputado encuentro ante su buen amigo Alberto Yagüe.

En esta ocasión fueron también protagonistas algunas raquetas clásicas que, como de costumbre, brillaron en paralelo a la competición: la especial Dunlop Maxply con el famoso cordaje de espagueti, de la sensacional colección de Bornaechea; y los singulares modelos de Fischer con forma de rombo, como la original Powerwood (de madera), la Powerglass 2 y la Superform 2; de la colección del Club de Prensa K y K.

Esta  edición del torneo, una vez más, fue auspiciada por  el Ayuntamiento de Robledo a través de su concejalía de Deportes, y respaldada por los programas de la Asociación Madrileña de Ayuda a la Infancia, Amaif; colaboraron Dunlop (pelota oficial), Coca-Cola (avituallamiento oficial), restaurante Santa María de Santa María de la Alameda, restaurante La Almenara de Robledo de Chavela, revista Grand Slam de Tenis y www.lawebdeltenis.net.

Como es tradicional, todos los jugadores participantes recibieron obsequios propios de navidad y de productos de marcas con origen en los años ’60 y ’70 del siglo XX.