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Antonio Montalvo, experto en deporte municipal y paralímpico
10/11/2021 La gestión deportiva municipal
Hablar de modelos de gestión y la elección de los mismos por parte de las Corporaciones Locales siempre ha sido objeto de debate y reflexión y cobra, en los tiempos presentes, especial relevancia por la propia incapacidad de la Administración de atender con eficacia y eficiencia la aplicación y desarrollo de políticas deportivas públicas en momentos en los que hay escases de recursos.
Es por tanto, de plena actualidad que en foros y colectivos políticos y profesionales, se hable de gestión directa, indirecta, mixta, concesiones administrativas..., y se debata sobre las ventajas e inconvenientes de unos y otros a la hora de elegir el modelo más idóneo para nuestro Municipio, en el que contemple y juegue un papel importante los programas deportivos y sus objetivos, recursos humanos, planes estratégicos y revisión continua de los mismos, programas de calidad, nuevas tecnologías, etc. En definitiva, no será fácil la valoración de un sistema o fórmula de gestión si no se analizan con rigor los distintos aspectos que condicionan la elección, tradición, arraigo asociativo, recursos económicos y humanos, equipamientos... y siempre que se tenga presente, con el modelo que adoptemos, que sigamos manteniendo la titularidad pública de los equipamientos y de las actividades que se programen en los mismos. Estamos en el año 2021 y tras las dos últimas crisis, la económica del 2008 y la actual pandemia, en los municipios españoles se han generalizado las prestaciones de servicios deportivos a través de gestión indirecta, así como la gestión de los equipamientos vía concesión administrativa. En ambos casos, habrá que precisar que se malentiende este tipo de gestión al denominarse de manera equivocada “privatización”. No se vende la instalación, ni la administración se desvincula del control y seguimiento. Todo lo contrario. En los pliegos y contratos se establecen los programas y objetivos a cumplir y los recursos humanos a utilizar. En consecuencia, es un modelo donde se preserva la titularidad pública y hay por parte de la administración un control y seguimiento continuo. Sería extenso analizar la gestión directa e indirecta con las distintas fórmulas que se adoptan, valorar ventajas e inconvenientes de los dos modelos y aun así sería difícil poder llegar a una conclusión definitiva de con qué modelo quedarnos. Lo que sí podemos definir es el perfil del operador que necesitamos en cada municipio si la gestión es indirecta: empresas del sector, federaciones deportivas o los club deportivos locales -operadores en este tipo de gestión-, que en todo caso deberán tener estructuras técnicas solventes, con experiencia en la gestión y que puedan dar viabilidad al proyecto e ideario del municipio. Si por el contrario optamos por la gestión directa, bien a través de organismo autónomo o similar, o bien por la propia concejalía, serán otros los problemas a resolver para que la gestión tenga la agilidad administrativa en contrataciones, recursos, materiales, humanos..., y en resolver con rapidez, como requiere el ciudadano, cualquier dificultad en servicios finalistas como son los del deporte. Antonio Montalvo de Lamo, experto en deporte municipal y paralímpico
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