Deporte en el municipio educativo

La actual situación de la administración exige una visión del deporte desde todos los ángulos que puedan constituir un foco de demanda, con la impronta ética, a la que “lo público” ha de afiliarse sin reservas y sin demora. Ofreciendo una gestión donde lo formativo, lo social y lo representativo se tengan en cuenta con la condición de la promoción.

Debemos tenerlo en cuenta:

•    Como base de políticas de salud,  integración, ética,  educación o  cultura
•    Como objetivo de la política  municipal de imagen o de incentivación económica
•    Promoción como objetivo del alto rendimiento
•    Como elemento para la creación de espacios profesionales y la inserción laboral

Hablamos de promoción, no sólo como un sinónimo de “Rendimiento Social” de las infraestructuras, sino abarcando todos los ángulos que la concepción de democracia exige: deporte para todos, pero con ética, calidad, respeto a las minorías, y aceptación del derecho  al progreso de los mejor dotados para el rendimiento. Es decir, de un  Deporte-Derecho.

A pesar de que esta política “Objetivo” pueda ser considerada desde otros estamentos de la gestión deportiva,  su ubicación natural está en la “Política deportiva municipal”, en la administración que contacta directamente con el ciudadano y que es receptora primera de las demandas de éste.

El deporte municipal en España tiene ya un recorrido que supera las tres décadas, pero no está llegando a su fin, como proclaman algunas voces. Los ayuntamientos pueden y tienen que plantearse nuevos retos a través del deporte, y se nos antoja que uno esencial es aprovechar su implantación para generar  una oferta deportiva ética. En ese espacio ha de encontrarse con la oferta comercial de los macrogimnasios de physical fitness.

Luis Solar, presidente de la Federación de Asociaciones de Gestores del Deporte de España (FAGDE)